Este estudio se basa en los resultados de las encuestas realizadas por el CELIV a más de 6000 internos condenados en Brasil, Chile, El Salvador, México, Perú y Argentina. La muestra se segmentó según sexo y se obtuvo información exclusiva para mujeres que permite estudiar específicamente la problemática de delito y encierro desde una perspectiva de género. En este in forme se sostiene que el delito adquiere nuevas configuraciones producto de las disputas de poder libradas en la arena social. Por ello se dividió la muestra de mujeres en dos grandes grupos: nacidas antes de y después de 1980. Como la encuesta se llevó a cabo en el año 2013, a lo largo del estudio llamaremos al grupo de mujeres jóvenes “hasta 33 años” y al de mujeres adultas “más de 33 años”. Para este estudio en particular, se pretende avanzar sobre la descripción del comportamiento de los diferentes grupos a la hora de operar en el delito utilizando variables como el uso y tipo de la violencia, el consumo de sustancias a la hora de cometer el delito y el conocimiento hacia la víctima.
Población carcelaria de mujeres:
Argentina cuenta con una tasa encarcelamiento de 152 personas por cada 100,000 habitantes. Las mujeres representan el 6% de la población carcelario general. El promedio de edad en las mujeres asciende a 37 años. La mitad (54,1%) tiene 3 hijos o más mientras que el 16% no tiene hijos.
Principales Hallazgos:
en el caso de las mujeres, las mayores a 33 años fueron condenadas mayormente por el delito por tenencia de drogas o narcotráfico.
Si nos detenemos con el delito en particular, las mujeres más jóvenes tienden a un uso mayor de la violencia. Sin embargo, es mayor la proporción de mujeres mayores que cometen homicidios.
Otro dato a destacar es que las mujeres jóvenes en su mayoría desconocen a la víctima. En cambio las mayores admiten tener algún tipo de relación con la persona afectada durante el delito. Asimismo, casi un 20% de las que admiten conocer a la víctima plantea que se trata de un familiar. Estos datos indican que las mujeres mayores detenidas por uso de violencia están asociadas a resolución violenta de conflictos interpersonales.
Si indagamos acerca del consumo de sustancias durante o antes de la comisión del delito, notamos que las más jóvenes son más proclives a refugiarse en el consumo de alcohol o droga.
En cuanto al uso de la violencia acompañado por armas de fuego, ésta también se concentra entre los grupos jóvenes de mujeres, que aducen en un 40% haber usado armas a la hora de cometer el delito.
