* INFORME

MIRADA DEL EXPERTO

BOLETÍN NRO 24

JUNIO 2021

Mirada del experto

¿Dónde hay que patrullar y dónde hay que poner cámaras de seguridad en la Ciudad de Buenos Aires?*

Por Gustavo Fondevila

Nadie comete (o quiere cometer) un delito delante de un policía y mucho menos de una comisaría (con muchos policías). Según esto, la ubicación de una comisaría debería tener un efecto disuasivo del crimen que se va perdiendo según el delincuente se aleja (más lejos - menos peligro - más crimen). Ahora bien, sabiendo que en una ciudad hay muchas comisarías, si los transgresores atienden este tema, deberían robar (por ejemplo) lo más lejos posible de todas las comisarías.

Para saber si esto es correcto se realizó una investigación para detectar patrones fijos de distribución espacial de la delincuencia en relación con la ubicación de las comisarías (independientemente de otras variables). Para modelar los hallazgos del trabajo se utilizó un conjunto de datos diarios de alta frecuencia de los años 2016 al 2019 con delitos contra la propiedad (robo a transeúntes y robo de auto) y contra las personas (homicidios) denunciados en la Ciudad de Buenos Aires. El estudio mostró que hay una concentración espacial no aleatoria para todos los delitos a 500/600 metros en promedio de cada comisaría. No se concentran por casualidad a esa distancia sino precisamente porque es el límite administrativo (promedio) entre comisarías. Este punto de quiebre en la distribución de los incidentes se sitúa precisamente a la mitad de la distancia promedio de 1,035 metros entre las comisarías vecinas. En otras palabras, el radio operativo de las comisarías parece determinar la distribución geográfica de los delitos. Los delincuentes tienden a elegir sus víctimas a una distancia lo más alejada posible de cada comisaría para no arriesgarse a ser atrapados y en todo caso, porque el tiempo de respuesta al llamado (911) va a ser mayor y tienen más tiempo para huir. Por supuesto, no todas las comisarías están ubicadas a la misma distancia, pero la concentración del delito en la ciudad se produce en promedio a esa distancia.

El estudio también muestra que los delitos aumentan exponencialmente a medida que se incrementa la distancia a la comisaría más cercana, hasta alcanzar el intervalo promedio mencionado de 500-600 metros. A partir de ese punto, la cantidad de delitos comienza a disminuir nuevamente. Esta información es valiosa para las políticas públicas de prevención del crimen porque debe ser tomada en cuenta para la instalación de una comisaría en relación a las otras (se va a generar un reacomodo del delito siguiendo estos patrones) y sobre todo, para la asignación de rutinas de patrullaje y cámaras de videovigilancia. Si el delito se concentra en un intervalo de 500/600 metros o en los límites de las comisarías, entonces, la distribución de patrullajes y cámaras de seguridad en ese intervalo debe tener efectos disuasorios en el crimen. Por ejemplo, la curva de aumento de los robos en relación al punto fijo de la comisaría pueda quizás reducirse con un adecuado diseño de instalación de cámaras de seguridad y una distribución efectiva del patrullaje. 

En el futuro, la investigación debe enfocarse en la concentración espacial del resto de los delitos cometidos en la calle y también en las variaciones generadas por otros factores (como la seguridad de un banco) que se combinan con la disuasión de la comisaría. De este modo, se podrá tener un cuadro más preciso para prevenir el crimen en la ciudad.

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Gustavo Fondevila es miembro del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) - México- Es uno de los criminólogos más destacados de América Latina, experto en cárceles de la región. Ha publicado numerosos libros y artículos en prestigiosas revistas internacionales sobre la temática.

*Referencia a un trabajo en revisión (Do Offenders avoid offending near Police Stations?) de Gustavo Fondevila, Carlos Vilalta, Carlos Galindo y Fernando Cafferata.

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