En el marco del seminario internacional “Prevención social del delito en América Latina: retórica y realidad realizado el 6 y 7 de noviembre de 2014 con la organización del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO, y la Universidad Nacional del Litoral, el CELIV a través de sus investigadores, Christian Arias y Guadalupe Peralta Agüero, participó con la exposición de su trabajo “Condiciones de socialización, entorno y trayectoria asociados a la reincidencia en el delito” Una aproximación explicativa utilizando un modelo multivariado de análisis". Aquí presentamos las ideas pilares de la publicación.
El delito y la punición es un tema analizado desde diferentes enfoques. Es sabido entre los expertos que dentro de las cárceles la población es mayoritariamente joven, con bajos niveles de educación y provenientes de clases socioeconómicas medias/bajas y bajas, caracterizadas, entre otras cosas, por los bajos niveles de ingreso.
Teniendo en cuenta estas características muchas teorías explican que la conducta delictiva está asociada a la condición de pobreza de un hogar y/o de sus integrantes y las probabilidades de comisión de delitos y la reincidencia están también vinculadas a los mismos. Sin embargo, dentro de este documento se muestra la existencia de una relación mucho más compleja. Por lo tanto, cabe preguntarse en relación al delito y a la reincidencia en el mismo, ¿qué tan asociados están esos factores con tener más o menos probabilidades de incurrir nuevamente en una conducta delictiva y con el nivel de violencia al momento de perpetrar un delito?, finalmente, ¿qué factores son estos?
Para responder a estas preguntas se presenta un modelo de análisis multivariado basado en una regresión logística, en el cual se incorporaron variables vinculadas con los entornos o contextos de socialización temprana de los sujetos y sobre la trayectoria en instituciones como los institutos de menores. Los datos utilizados pertenecen a la Encuesta a Población en Reclusión de 2013, en la cual para Argentina se aplicaron más de mil encuestas personales a presos condenados por la justicia federal y ordinaria de la Capital así como por la justicia de la Provincia de Buenos Aires. Cabe destacar, además, que este fue un estudio que abarcó un conjunto de otros cinco países de la región: Brasil, Chile, El Salvador, México y Perú.
• Sólo el 27% de los presos dice haber crecido en entornos no delictivos. La mayoría reporta haber tenido vínculos con amigos y/o familiares que habrían incurrido en actividad delictiva.
• 52% estuvieron previamente en instituciones de menores y/o cárceles (17.6% en instituciones y en cárceles para adultos, 8.5% solo en instituciones para menores y 25.7% sólo en cárceles).
• El 87% de los internos menores a los 25 años habían tenido acceso fácil a las armas. Y un 62% portaba un arma a la hora de cometer el delito por el cual lo/la condenaron.
• Un 46% fue condenado previamente. La gran mayoría reinciden el mismo tipo de delito (67%), y algunos fueron detenidos por otros (20%).
• Es poco el apoyo institucional recibido por aquellos que fueron liberados de las cárceles, y relativamente rápido los reincidentes vuelven a la actividad delictiva.
• La cárcel se ha ido convirtiendo en un espacio habitual para una proporción de la población. Familiares y/o amigos pasaron por ella y la chances de volver como reincidente es muy alta. La cárcel ya no aparece como un castigo ejemplar y aislado.
La sociedad se debe un profundo debate acerca del rol que deberían ocupar las cárceles. La institución penitenciaria puede tener distintos objetivos:
• Instrumento de disuasión.
• Instrumento de incapacitación.
• Instrumento de castigo o retribución.
• Instrumento de rehabilitación.